Germà de la Salle, fill d’Enviny (Pallars Sobirà) és el primer màrtir canonitzat de la Guerra Civil Espanyola: ‘Morir per Crist és viure, nois!’, va dir als milicians a Tarragona (18 de gener de 1937).
Pots consultar les lectures d'avui a lectures.missa.app.
En una época en la que no resulta fácil decir qué es el ser humano, la Sagrada Escritura viene en nuestra ayuda con su respuesta milenaria: todos hemos sido creados por Dios con la capacidad de conocer, amar y actuar a su imagen y semejanza. Por tanto, nuestro origen y nuestro destino tienen a Dios como protagonista. Cada persona está invitada a crecer continuamente a la luz de la Palabra de Dios, que es Cristo. Él, como Hijo amado, ha bajado a esta tierra para encontrarse con nuestra pobreza y desvalimiento, y mostrarnos la ternura compasiva y misericordiosa del Padre: esto es lo único que de verdad nos ayuda a avanzar hacia la plenitud. Cuando la Palabra de Dios alcanza el corazón de las personas, la fuerza del Espíritu Santo las reúne en un mismo Pueblo, que tiene como tarea establecer relaciones de igualdad y fraternidad, y el compromiso de amar y servir a todos los seres humanos sin distinción.
-Pot rebre-ho demà*
*Si està disponible.
*Comandes peninsulars abans de 17:00h.
Enviament gratuït*
*Comandes +50€ (Només Península i Illes Balears)
Durant l'estat d'alarma no es realitzen enviaments a Amèrica del Sud ni Amèrica Central.
-O pot recollir-lo a la botiga.
En una época en la que no resulta fácil decir qué es el ser humano, la Sagrada Escritura viene en nuestra ayuda con su respuesta milenaria: todos hemos sido creados por Dios con la capacidad de conocer, amar y actuar a su imagen y semejanza. Por tanto, nuestro origen y nuestro destino tienen a Dios como protagonista. Cada persona está invitada a crecer continuamente a la luz de la Palabra de Dios, que es Cristo. Él, como Hijo amado, ha bajado a esta tierra para encontrarse con nuestra pobreza y desvalimiento, y mostrarnos la ternura compasiva y misericordiosa del Padre: esto es lo único que de verdad nos ayuda a avanzar hacia la plenitud. Cuando la Palabra de Dios alcanza el corazón de las personas, la fuerza del Espíritu Santo las reúne en un mismo Pueblo, que tiene como tarea establecer relaciones de igualdad y fraternidad, y el compromiso de amar y servir a todos los seres humanos sin distinción.