Memoria obligatoria
Según la ‘Vida’ escrita por San Atanasio, de joven, muertos sus padres, se tomó tan en serio aquellas palabras de Jesús: ‘Si quieres ser perfecto, anda, vende tus bienes, da el dinero a los pobres –así tendrás un tesoro en el cielo- y luego ven y sígueme’ (Mt 19,21b) que se retiró, solo, al desierto de Egipto durante más de veinte años (siglo III). Pero no se desentendió de los problemas del mundo: mantuvo contactos con la Iglesia de Alejandría, su ciudad natal, y animó a cuantos le pedían consejo; muchos le llamaban ‘Padre’ (‘Abad’), y llenaron el desierto de monasterios.
Oración colecta
Señor y Dios nuestro, que llamaste al desierto a San Antonio, abad, para que te sirviera con una vida santa; concédenos por su intercesión que sepamos negarnos a nosotros mismos para amarte a Ti siempre sobre todas las cosas.
Puedes consultar las lecturas de hoy en lecturas.misa.app.
La celebración del Bicentenario de Don Bosco ha sido una ocasión favorable para profundizar y difundir su experiencia espiritual, enriquecida con riquísimos y muy diversos frutos de santidad. Valorando la aguda y fina sensibilidad humana y espiritual de nuestros santos, beatos, venerables y siervos de Dios, sentiremos su anhelo de plenitud de vida, de amor y de felicidad en Dios; nos sentiremos animados a renovar el compromiso de vivir la llamada a la santidad y a proponerla de forma apasionada y convincente a los demás, especialmente a las nuevas generaciones.
-Recíbalo mañana*
*Si está disponible.
*Pedidos peninsulares antes de las 17:00h.
Envío gratuito*
*Pedidos +50€ (Sólo Península y Baleares)
Durante el estado de alarma en España no se realizan envíos a Suramérica ni Centroamérica.
-O puede recogerlo en la tienda.
La celebración del Bicentenario de Don Bosco ha sido una ocasión favorable para profundizar y difundir su experiencia espiritual, enriquecida con riquísimos y muy diversos frutos de santidad. Valorando la aguda y fina sensibilidad humana y espiritual de nuestros santos, beatos, venerables y siervos de Dios, sentiremos su anhelo de plenitud de vida, de amor y de felicidad en Dios; nos sentiremos animados a renovar el compromiso de vivir la llamada a la santidad y a proponerla de forma apasionada y convincente a los demás, especialmente a las nuevas generaciones.