Hijo del rey de Polonia y Lituania (1458-1484), sin dejar las obligaciones de príncipe, la Virgen María y la Eucaristía lo acompañaban siempre.
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En este libro urgente y polémico se pone en cuestión la posible supervivencia de la Constitución de 78 como instrumento capaz de garantizar la convivencia democrática en España. Su ciclo ha terminado.El constitucionalista Javier Pérez Royo y el analista político Antón Losada unen fuerzas para someter a una discusión sin líneas rojas cuál es la situación actual, por qué el deterioro es tan grande, y a dónde nos conduce el inmovilismo. Porque concluyen que ya es tarde para impedir que la Constitución de 1978, junto con la monarquía y el bipartidismo, resulte útil para resolver los enormes problemas que España tiene planteados ahora mismo. Aquella loadísima Transición democrática española no fue tan perfecta como nos contaron, y lo que siguió ha permitido que sus mejores aspectos se hayan ido deteriorando. Porque en realidad fue una restauración monárquica que arranca de algunas de las leyes del Movimiento, y porque la Constitución Territorial tampoco fue perfecta, y ha ido creando problemas de ajuste de las nacionalidades que han acabado por someter a la Constitución a una tensión insoportable.
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En este libro urgente y polémico se pone en cuestión la posible supervivencia de la Constitución de 78 como instrumento capaz de garantizar la convivencia democrática en España. Su ciclo ha terminado.El constitucionalista Javier Pérez Royo y el analista político Antón Losada unen fuerzas para someter a una discusión sin líneas rojas cuál es la situación actual, por qué el deterioro es tan grande, y a dónde nos conduce el inmovilismo. Porque concluyen que ya es tarde para impedir que la Constitución de 1978, junto con la monarquía y el bipartidismo, resulte útil para resolver los enormes problemas que España tiene planteados ahora mismo. Aquella loadísima Transición democrática española no fue tan perfecta como nos contaron, y lo que siguió ha permitido que sus mejores aspectos se hayan ido deteriorando. Porque en realidad fue una restauración monárquica que arranca de algunas de las leyes del Movimiento, y porque la Constitución Territorial tampoco fue perfecta, y ha ido creando problemas de ajuste de las nacionalidades que han acabado por someter a la Constitución a una tensión insoportable.