Memoria obligatoria
Nacido en Toledo (607), recibió una brillante formación, y siendo abad del monasterio de Agalí (Toledo) y obispo de Toledo (657), empleó sus esfuerzos en acercar la Biblia y la doctrina de la tradición patrística al pueblo: ‘El que se entrega de lleno a meditar la Escritura, indaga la sabiduría de sus predecesores y estudia las profecías, examina las explicaciones de autores famosos y penetra por parábolas intrincadas el misterio de proverbios y enigmas. Muchos alabarán su inteligencia, y su fama vivirá por generaciones’.
Oración colecta
Dios todopoderoso, que hiciste a San Ildefonso insigne defensor de la virginidad de María; concede a los que creemos en este privilegio de la Madre de tu Hijo, sentirnos amparados por su poderosa y materna intercesión.
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Carta apostólica Admirabile signum del Santo Padre Francisco sobre el significado y el valor del belén.
«Con esta Carta quisiera alentar la hermosa tradición de nuestras familias que en los días previos a la Navidad preparan el belén, como también la costumbre de ponerlo en los lugares de trabajo, en las escuelas, en los hospitales, en las cárceles, en las plazas... Es realmente un ejercicio de fantasía creativa, que utiliza los materiales más dispares para crear pequeñas obras maestras llenas de belleza. Se aprende desde niños: cuando papá y mamá, junto a los abuelos, transmiten esta alegre tradición, que contiene en sí una rica espiritualidad popular. Espero que esta práctica nunca se debilite; es más, confío en que, allí donde hubiera caído en desuso, sea descubierta de nuevo y revitalizada» (n.1).
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Carta apostólica Admirabile signum del Santo Padre Francisco sobre el significado y el valor del belén.
«Con esta Carta quisiera alentar la hermosa tradición de nuestras familias que en los días previos a la Navidad preparan el belén, como también la costumbre de ponerlo en los lugares de trabajo, en las escuelas, en los hospitales, en las cárceles, en las plazas... Es realmente un ejercicio de fantasía creativa, que utiliza los materiales más dispares para crear pequeñas obras maestras llenas de belleza. Se aprende desde niños: cuando papá y mamá, junto a los abuelos, transmiten esta alegre tradición, que contiene en sí una rica espiritualidad popular. Espero que esta práctica nunca se debilite; es más, confío en que, allí donde hubiera caído en desuso, sea descubierta de nuevo y revitalizada» (n.1).