Impactado porque unos bandidos le robaron cuanto tenía para ayudar a los padres pobres, se hizo franciscano descalzo. Murió en Gandía (1602).
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La cabaña de El Enebral es el observatorio privilegiado de Antonio Pérez Henares. Desde aquí, desde este plácido lugar alejado de rutas y caminos, de toda suerte de incordios y el estresante ajetreo de lo urbano, y tránsito obligado para la vida terrestre y alada de la zona, construye con mimo su obra más personal y literaria. Pérez Henares comparte con nosotros su diario de campo, páginas en las que observa y reescribe aquello que permanece a menudo vedado a nuestros ojos, o en lo que no solemos reparar: el ciclo mágico de la vida animal, con su trasiego de jabalíes, corzos, zorros o águilas; el sereno panorama de enebros, sabinas, encinas, retamas, aliagas y romeros; el frágil equilibrio de las abejas, tan preocupante; la fidelidad inquebrantable del perro; la cercanía del huerto, la caza respetuosa con el medio; la luz y la oscuridad, el silencio y el grito, el nacimiento y la muerte.
"El sonido de la tierra" irradia la honda pasión de su autor por la Naturaleza, en el mismo paisaje del que brotaron los personajes de la célebre trilogía Nublares o su más reciente y aclamado éxito, La tierra de Álvar Fáñez.
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La cabaña de El Enebral es el observatorio privilegiado de Antonio Pérez Henares. Desde aquí, desde este plácido lugar alejado de rutas y caminos, de toda suerte de incordios y el estresante ajetreo de lo urbano, y tránsito obligado para la vida terrestre y alada de la zona, construye con mimo su obra más personal y literaria. Pérez Henares comparte con nosotros su diario de campo, páginas en las que observa y reescribe aquello que permanece a menudo vedado a nuestros ojos, o en lo que no solemos reparar: el ciclo mágico de la vida animal, con su trasiego de jabalíes, corzos, zorros o águilas; el sereno panorama de enebros, sabinas, encinas, retamas, aliagas y romeros; el frágil equilibrio de las abejas, tan preocupante; la fidelidad inquebrantable del perro; la cercanía del huerto, la caza respetuosa con el medio; la luz y la oscuridad, el silencio y el grito, el nacimiento y la muerte.
"El sonido de la tierra" irradia la honda pasión de su autor por la Naturaleza, en el mismo paisaje del que brotaron los personajes de la célebre trilogía Nublares o su más reciente y aclamado éxito, La tierra de Álvar Fáñez.