Memoria libre
Es uno de los más famosos mártires de Roma de la tradición occidental (siglo III). Figura entre los protectores de la ciudad. La Vida, muy legendaria, le hace ciudadano de Narbona y educado en Milán. La iconografía le representa atado a un tronco, desnudo, y con el cuerpo atravesado por numerosas saetas. Su sepulcro en la Vía Apia ad Catacumbas, fue muy pronto venerado. Es el patrono de la Ciudad de Mallorca.
Oración colecta
Te rogamos, Señor, nos concedas el espíritu de fortaleza para que, alentados por el ejemplo glorioso de tu mártir San Sebastián, aprendamos a someternos a Ti antes que a los hombres.
Hoy también celebramos San Fabiano: Mártir en Roma. El Papa Fabiano (236-250) durante la persecución de Decio.
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Para referirse a su obra ensayística Chesterton solía decir que era un simple periodista jocoso que escribía breves artículos semanales sobre asuntos graciosos, y en cierta ocasión en que una admiradora se le acercó para decirle que parecía saber infinidad de cosas, le contestó escuetamente: «Madame, yo no sé nada, soy un periodista». La modestia del escritor terminó persuadiendo a muchos de sus contemporáneos, entre ellos Auden, quien sólo descubrió el valor de los ensayos de Chesterton cuando le encargaron la selección que el lector tiene en sus manos. En ella, el poeta inglés reúne los textos de Chesterton que le parecían tan amenos y agudos como sus piezas periodísticas, pero mucho más enjundiosos y penetrantes, y nos brinda una excelente ocasión para descubrir o releer a uno de los escritores más lúcidos y brillantes de la primera mitad del siglo pasado.
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Para referirse a su obra ensayística Chesterton solía decir que era un simple periodista jocoso que escribía breves artículos semanales sobre asuntos graciosos, y en cierta ocasión en que una admiradora se le acercó para decirle que parecía saber infinidad de cosas, le contestó escuetamente: «Madame, yo no sé nada, soy un periodista». La modestia del escritor terminó persuadiendo a muchos de sus contemporáneos, entre ellos Auden, quien sólo descubrió el valor de los ensayos de Chesterton cuando le encargaron la selección que el lector tiene en sus manos. En ella, el poeta inglés reúne los textos de Chesterton que le parecían tan amenos y agudos como sus piezas periodísticas, pero mucho más enjundiosos y penetrantes, y nos brinda una excelente ocasión para descubrir o releer a uno de los escritores más lúcidos y brillantes de la primera mitad del siglo pasado.