Arzobispo de Valencia (1892-1898) y después de Toledo.
Puedes consultar las lecturas de hoy en lecturas.misa.app.
Contemplar es prestar atención al detalle; empaparse de lo que uno ve; dejar que, de algún modo, te remueva, te implique, te envuelva. Y es lo que él intenta hacer con el evangelio. Este libro se adentra en el relato de la Pasión. Y al hacerlo invita al lector a descubrir su afinidad con personajes y situaciones, a comprender un poco mejor a Jesús en este momento culminante de su vida.
En la Pasión nos encontramos el amor y el miedo. La fragilidad que es capaz de asumir sus errores, y la que no lo hace y queda presa de la culpa y el remordimiento. La dureza de corazón y la compasión profunda. El perdón, el rencor, el egoísmo de quien busca su propia conveniencia. La fidelidad de quien no tiene miedo a arriesgarse por aquellos a quienes ama. La ternura, que aparece una y otra vez en los rincones más inesperados. Y nos encontramos, por supuesto, a Jesús. Es él el que, de una u otra forma, nos revela más sobre Dios y sobre el ser humano. Desde la entrega y desde el misterio. Desde los gestos concretos de su vida hasta el gesto último de la cruz abrazada.
-Recíbalo mañana*
*Si está disponible.
*Pedidos peninsulares antes de las 17:00h.
Envío gratuito*
*Pedidos +50€ (Sólo Península y Baleares)
Durante el estado de alarma en España no se realizan envíos a Suramérica ni Centroamérica.
-O puede recogerlo en la tienda.
Contemplar es prestar atención al detalle; empaparse de lo que uno ve; dejar que, de algún modo, te remueva, te implique, te envuelva. Y es lo que él intenta hacer con el evangelio. Este libro se adentra en el relato de la Pasión. Y al hacerlo invita al lector a descubrir su afinidad con personajes y situaciones, a comprender un poco mejor a Jesús en este momento culminante de su vida.
En la Pasión nos encontramos el amor y el miedo. La fragilidad que es capaz de asumir sus errores, y la que no lo hace y queda presa de la culpa y el remordimiento. La dureza de corazón y la compasión profunda. El perdón, el rencor, el egoísmo de quien busca su propia conveniencia. La fidelidad de quien no tiene miedo a arriesgarse por aquellos a quienes ama. La ternura, que aparece una y otra vez en los rincones más inesperados. Y nos encontramos, por supuesto, a Jesús. Es él el que, de una u otra forma, nos revela más sobre Dios y sobre el ser humano. Desde la entrega y desde el misterio. Desde los gestos concretos de su vida hasta el gesto último de la cruz abrazada.