Fiesta
Camino de Damasco, el fariseo Saulo de Tarso descubre que Jesús Resucitado se identifica con los cristianos que él persigue. Toda su vida le queda marcada: ‘Vivo, pero no soy yo el que vive, es Cristo que vive en mí’ (Gál 2,20a). ‘Para mí la vida es Cristo y el morir una ganancia’ (Flp 1,21). ‘Porque nos apremia el amor de Cristo’ (2Cor 5,14a). ‘Sed imitadores míos como yo lo soy de Cristo’ (1Cor 11,1). Con mucho acierto, en 1908 se inició la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, celebrada desde entonces todos los años del 18 al 25 de enero.
Oración colecta
Señor, Dios nuestro, Tú que has instruido a todos los pueblos con la predicación del Apóstol San Pablo, concede a cuantos celebramos su Conversión caminar hacia Ti, siguiendo su ejemplo, y ser ante el mundo testigos de tu verdad.
Puedes consultar las lecturas de hoy en lecturas.misa.app.
Érase una vez un gentil, es decir, un hombre que no practicaba ninguna religión. Era muy sabio, pero no
tenía ningún conocimiento de Dios ni creía que hubiese nada después de la muerte. Buscando remedio a su
tristeza, llegó a un bosque lleno de fuentes y de bellos árboles frutales.
Mientras tanto, tres sabios se encontraron a la salida de una ciudad. Uno era judío, el otro cristiano y el
tercero musulmán. Al verse, se saludaron, se acogieron y se acompañaron. Cada uno hablaba a los otros dos
de su creencia y sus pensamientos, y hablando, hablando, llegaron al bosque por donde andaba el gentil...
Con el Libro del gentil y de los tres sabios, Ramon Llull (1232-1316) nos ofrece una sorprendente parábola
interreligiosa con un desenlace desconcertante.
-Recíbalo mañana*
*Si está disponible.
*Pedidos peninsulares antes de las 17:00h.
Envío gratuito*
*Pedidos +50€ (Sólo Península y Baleares)
Durante el estado de alarma en España no se realizan envíos a Suramérica ni Centroamérica.
-O puede recogerlo en la tienda.
Érase una vez un gentil, es decir, un hombre que no practicaba ninguna religión. Era muy sabio, pero no
tenía ningún conocimiento de Dios ni creía que hubiese nada después de la muerte. Buscando remedio a su
tristeza, llegó a un bosque lleno de fuentes y de bellos árboles frutales.
Mientras tanto, tres sabios se encontraron a la salida de una ciudad. Uno era judío, el otro cristiano y el
tercero musulmán. Al verse, se saludaron, se acogieron y se acompañaron. Cada uno hablaba a los otros dos
de su creencia y sus pensamientos, y hablando, hablando, llegaron al bosque por donde andaba el gentil...
Con el Libro del gentil y de los tres sabios, Ramon Llull (1232-1316) nos ofrece una sorprendente parábola
interreligiosa con un desenlace desconcertante.