Fue un papa tolerante con los que habían renegado de la fe en las persecuciones (s. III).
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Manuel Lozano Garrido, conocido por sus amigos como «Lolo», nació en Linares (Jaén) y murió en la misma ciudad en 1971, tras una larga enfermedad en la que mostró ejemplarmente un testimonio vivo y alegre. Su trayectoria creyente lo llevó a vivir en plenitud su laicado comprometido en la Acción Católica en momentos de especial dificultad. Como escritor y periodista demostró tener una pluma ágil, bella, llena de sentido cristiano. La enfermedad, la escritura y su apostolado son las trayectorias que conformaron una vida cuajada de sonrisas y esperanza. En este libro se recorren los jalones de la biografía de quien ha sido declarado Venerable por la Iglesia, que un día espera verlo en los altares. Martín Descalzo dijo de él: «Se dedicaba a ser cristiano, se dedicaba a creer». Durante veinticinco años estuvo atado a un sillón de ruedas y su vida entera fue todo un «sacramento de dolor».
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Manuel Lozano Garrido, conocido por sus amigos como «Lolo», nació en Linares (Jaén) y murió en la misma ciudad en 1971, tras una larga enfermedad en la que mostró ejemplarmente un testimonio vivo y alegre. Su trayectoria creyente lo llevó a vivir en plenitud su laicado comprometido en la Acción Católica en momentos de especial dificultad. Como escritor y periodista demostró tener una pluma ágil, bella, llena de sentido cristiano. La enfermedad, la escritura y su apostolado son las trayectorias que conformaron una vida cuajada de sonrisas y esperanza. En este libro se recorren los jalones de la biografía de quien ha sido declarado Venerable por la Iglesia, que un día espera verlo en los altares. Martín Descalzo dijo de él: «Se dedicaba a ser cristiano, se dedicaba a creer». Durante veinticinco años estuvo atado a un sillón de ruedas y su vida entera fue todo un «sacramento de dolor».