Silvia está muy nerviosa: dentro de una semana será su cumpleaños. Tiene muy claro qué quiere que le regalen y así se lo hace saber a su padre. Poco a poco, ante las preguntas de este, Silvia argumenta cuáles son los motivos por los que quiere tener un pájaro. Tras escucharla, su padre le promete que le regalará lo que desea.
Cuando llega el día de su cumpleaños, le aguarda una sorpresa. Su padre la lleva con los ojos vendados hasta un árbol donde viven multitud de pájaros. Silvia descubre que puede colmar sus deseos con muchos más pájaros sin privar a ninguno de la libertad.