Memoria obligatoria
Timoteo y Tito son destacados colaboradores del Apóstol San Pablo. Timoteo fue discípulo preferido de Pablo, que le encomendó la joven comunidad de Éfeso. En dos cartas, le da a conocer los rasgos fundamentales del servicio pastoral. A Tito, Pablo le encomienda la pacificación de la comunidad de Corinto y la responsabilidad de la de Creta: ‘Tito, mi intención al dejarte en Creta era que acabaras de organizar lo que aún faltaba por hacer y constituyeses presbíteros en cada ciudad, siguiendo las instrucciones que te di’ (Tit 1,5).
Oración colecta
Oh Dios, que hiciste brillar con virtudes apostólicas a los Santos Timoteo y Tito, concédenos por su intercesión que después de vivir en este mundo en justicia y santidad, merezcamos llegar al reino de los cielos.
Puedes consultar las lecturas de hoy en lecturas.misa.app.
Una breve reflexión sobre la obra de misericordia que se refiere a la visita a las personas que se encuentran encarceladas. Esta dolorosa realidad aúna a los presos, personas heridas por una vida que les ha llevado a transgredir las normas que regulan la convivencia civil, a los directivos y funcionarios de prisiones y a los voluntarios, que visitan y acompañan el recorrido del arrepentimiento, la recuperación y la reinserción en la sociedad de las personas recluidas. Visitar a los presos, dice el autor, es un trabajo arduo de realizar, sobre todo por las restricciones que impone la cárcel a visitantes y visitados. Pero la amistad con aquellos que están «dentro» genera la gratuidad, la esencia de Dios. El papa Francisco nos enseña que a veces estamos «fuera» solo porque hemos sido más afortunados en la vida.
-Recíbalo mañana*
*Si está disponible.
*Pedidos peninsulares antes de las 17:00h.
Envío gratuito*
*Pedidos +50€ (Sólo Península y Baleares)
Durante el estado de alarma en España no se realizan envíos a Suramérica ni Centroamérica.
-O puede recogerlo en la tienda.
Una breve reflexión sobre la obra de misericordia que se refiere a la visita a las personas que se encuentran encarceladas. Esta dolorosa realidad aúna a los presos, personas heridas por una vida que les ha llevado a transgredir las normas que regulan la convivencia civil, a los directivos y funcionarios de prisiones y a los voluntarios, que visitan y acompañan el recorrido del arrepentimiento, la recuperación y la reinserción en la sociedad de las personas recluidas. Visitar a los presos, dice el autor, es un trabajo arduo de realizar, sobre todo por las restricciones que impone la cárcel a visitantes y visitados. Pero la amistad con aquellos que están «dentro» genera la gratuidad, la esencia de Dios. El papa Francisco nos enseña que a veces estamos «fuera» solo porque hemos sido más afortunados en la vida.