EL CULTO A LOS SANTOS

Durante la Antigüedad tardía, el culto a los santos y a sus reliquias pasó a ser un elemento trascendente de la identidad occidental, pero además en una ventana desde la que asomarse a la sociedad, la cultura y las creencias predominantes.
En esta obra el lector es invitado a percibir los deseos, las verdades y la gran valoración de los santos, invisibles compañeros cuya presencia sentían intensamente los cristianos en general. A los santos se encomiendan sin excepción amos y siervos, devotos y laxos, ricos y pobres, buscando la salud perdida, la justicia olvidada, la hermosura ideal y la esperanza prolongada más allá de la muerte.
La lectura de estas páginas cuestiona en su base el «modelo de los dos niveles», según el cual las prácticas religiosas de las élites cultivadas poco tenían que ver con las «supersticiones» de las clases populares. Contrariamente, el culto a los santos afectó por igual a todos; más aún, fue el motor que favoreció el desarrollo de la fe y que configuró una sociedad nueva, inicio de la Edad Media.
Este libro, convertido en un clásico de los estudios históricos, ha sido enriquecido con un nuevo prefacio donde el autor responde a las críticas y matiza las conclusiones de su famosa investigación.