LAS ENFERMEDADES DEL ESPÍRITU

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO EN CLAVE CRISTIANA

Un signo de este tiempo es que hombres y mujeres se dedican a conservar la salud y prolongar su bienestar. Alimentos ecológicos, deporte, tratamientos de estética, chequeos médicos, dietas depurativas y un sinfín de iniciativas distintas se suceden para lograr un buen tono físico y un aspecto saludable.
Esta singular estima del cuerpo es una novedad en la historia. Durante años, los seres humanos han aspirado a lograr el equilibrio entre las diversas dimensiones que integran la persona. No ha sido suficiente con la salud, ni tan siquiera con disfrutar de cierta felicidad; además han necesitado asegurarse una buena relación con la trascendencia, ya que sin ella la vida no podía ser considerada plena.
Sanar el centro del ser humano que representa el corazón exige en primer lugar diagnosticar su estado espiritual; después iniciar el tratamiento que permita recobrar la salud física, psíquica y espiritual; y finalmente, establecer relaciones armónicas con uno mismo, con los otros y, por encima de todo, con Dios.