LA PREGUNTA POR DIOS

EXPERIENCIAS LÍMITE Y RESPUESTAS DE FE

Siempre el ser humano ha preguntado por Dios y le ha preguntado a Dios. Y Él se le ha revelado y le ha preguntado por su vida y la de los demás.

«Razón» y «revelación» son las dos palabras, diferentes pero indisolubles, que constituyen el corazón de estas preguntas y respuestas. Por la primera el hombre no deja de buscar, de interrogar, de proponer respuestas. Por la segunda, Dios se abre al hombre de muchas formas (en su conciencia, en la realidad metafísica, en la historia, en los profetas y místicos). Pero de manera suprema y definitiva lo ha hecho en Jesucristo, Mesías e Hijo encarnado, presencia personal histórica de Dios mismo.

Aunque las experiencias límite que asaltan a las personas suscitan preguntas que únicamente cada uno puede contestar, además es cierto que nadie está condenado a realizar su camino en soledad. Con los otros puede celebrar la esperanza, buscar razones y alentarse en la práctica de la solidaridad y el amor mutuos.