EN EL PRINCIPIO ERA LA VIDA

COMENTARIO AL EVANGELIO DE JUAN

La atracción que en todo momento ha ejercido el evangelio de Juan se explica por la profundidad de su conocimiento y por la belleza y elegancia de su simbología. Sin embargo, y a pesar de una apariencia contraria, hay algo que lo hace especial entre los escritos cristianos de primera hora: el entendimiento no-dual que lo sostiene y que permite nombrarlo como “el evangelio de la no-dualidad”.
Esa característica lo inscribe en la corriente de la denominada “sabiduría perenne”, a la vez que lo conecta con la sensibilidad cultural de nuestro momento histórico, en el que se abre paso con fuerza la no-dualidad como clave de lectura y de comprensión de lo real.
Este comentario, fruto de más de diez años de estudio, ha sido compartido y trabajado en grupos muy diversos que lo han enriquecido, cada uno desde su peculiar visión.
El autor, desde aquella misma clave no-dual, va comentando el texto, párrafo a párrafo, para enseñar la sabiduría que encierra. Y, en ese mismo movimiento, hace ver que todo el escrito evangélico está hablando en todo momento de nosotros mismos.